Nymphomaniac, de Lars Von Trier

ninfomanía (de ninfa y manía).
                  1. f. furor uterino: deseo violento e insaciable en la mujer de entregarse a la cópula.

Esta es la temática de la nueva película del controvertido director danés Lars Von Trier. Ayer, aprovechando mis semivacaciones navideñas y que por fin puedo disfrutar de algo de tiempo libre decidí ir a ver esta peli. ¿Por qué lo hice? No hay una respuesta razonable, ya que después de ver Melancholia estuve a punto de caer en una profunda depresión, pero, admitámoslo, en esta ocasión, el título prometía proporcionarme una sensación mucho más agradable.


Lo primero que me sorprendió fue que no era una película completa, sino que se trata del volumen I de un film que en realidad dura más de cinco horas. Al comenzar la proyección una nota nos ponía en aviso de que lo que íbamos a visionar era una adaptación de la película de Lars Von Trier, autorizada por este pero en la que él no había participado. 

Ignoraba que me iba a encontrar con escenas de sexo reales, algo que realmente me impactó, ya que creía que eran los propios actores los que las habían rodado, sin embargo, más tarde descubrí que habían utilizado a actores y actrices porno como dobles para ese tipo de escenas. Aun así, sigue resultando sorprendente encontrarte con escenas de ese tipo en un film no catalogado como x. 


'Nymphomaniac' - Tráiler español (HD) por elseptimoarte

¿Pero acaso esta peli sorprende con algo más? 

Llamadme ilusa si queréis, pero esperaba mucho más, esperaba algo más trascendental, incluso filosófico, metafórico tal vez... Sin embargo, en 120 minutos de metraje, la única metáfora con la que me topé fue la de comparar un coño con un cebo de pesca. A cambio, me tragué una historia carente de interés, emoción, con personajes, en mi opinión, mal construidos y poco creíbles, que no despertaron en mí  ningún tipo de compasión ni empatía. Eso sí, fría, lo que se dice fría, no me dejó.


Ahora, no me queda más remedio, que esperar al Volumen II, con la pequeña esperanza de encontrarme con todo lo que le ha faltado al Volumen I. ¡Que extraña adicción la que me crea el cine de Lars Von Trier! ¿Nunca has comido algo cuyo sabor te desagrada y, sin embargo, no puedes parar de comerlo? 

Al menos, señor Von Trier, me llevo el gran trabajo de los diseñadores de los carteles promocionales de su película:







Normalmente los carteles de las películas suelen destacar por la falta de originalidad. En esta ocasión, sin embargo, nos encontramos con un diseño fino (sí, fino) bastante minimal y muy original. 

La fusta con forma de corazón junto al lema Forget about love, los paréntesis formando una vagina, el señuelo de pesca, o toda una serie de carteles con las caras de sus protagonistas en estado de excitación son una elección muy acertada por parte de los promotores de esta película que, seguro, será una éxito de taquilla.

Maldito seas, Lars Von Trier, ¡maldito seas! 

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